Lamas de Mouro - Peneda es la tercera etapa de la Gran Ruta Peneda Gêres (GR50). Son unos 8 kilómetros de puro deslumbramiento sensorial y completo apaciguamiento psíquico. Una terapia magnífica para quienes llevan una vida laboral intelectualmente exigente y permanentemente conectados. Es un lugar para desahogarse y desconectar de todo.
La ruta comienza cerca del área interpretativa de Porta de Lamas de Mouro y enseguida atraviesa un frondoso bosque mixto, de modo que antes de que hayas calentado las piernas te habrás disuelto por completo en la naturaleza. Después, seguimos un pie tras otro por antiguos caminos y senderos, preciosos fragmentos que nos permiten reconstituir la historia de estos parajes.
Si no viajas solo, lo mejor es mantener las conversaciones al mínimo y dejar que el silencio, impregnado de la música de los pájaros y el agua de los arroyos, te envuelva, te absorba y te diluya. Mientras tanto, puedes inhalar profundamente el aire fresco y perfumado y contemplar los fascinantes macizos de granito recortados en la claridad del cielo.
Y así seguimos, inmersos en la belleza impecable del valle glaciar, las laderas escarpadas, los robledales y los bosques mixtos. Cruzando caminos con vacas pastando y levantando la cabeza curiosas, con el río Mouro que nace cerca y desemboca en el Miño, el río fronterizo, y con el Peneda, translúcido y sin prisa.
Y con uno o ouro excursionista. Mientras el tiempo pasa inadvertido hasta que llegamos al Santuario de Nuestra Señora de Peneda y nos quedamos allí charlando y observando los detalles del impresionante paisaje montañoso.