Es el palacio más grandioso e impresionante de la región. Es un edificio neoclásico de principios del siglo XIX, situado en una finca rodeada de altos muros, con grandes jardines de estilo inglés, 18 hectáreas de viñedos y 8 hectáreas de bosque, una bodega moderna y otra antigua (que en sí misma es un receptáculo de recuerdos).

Y aunque muchos nombres ilustres pueden asociarse a este palacio, parece ser Doña Hermínia Paes quien emana la fuerza simbólica más intensa. Nacida en 1918 y fallecida en 2015, fue ella quien reorganizó  la propiedad y plantó vides de la variedad de uva Alvarinho, cuyo vino se comercializaría con gran éxito, ennobleciendo aún más el nombre de Palácio da Brejoeira.

Antes de esta revolución, el vino que allí se producía se destinaba al consumo familiar o se vendía a granel a pequeños tenderos. En aquella época se utilizaban las variedades de uva Brancelho/Alvarelhão, Pedral y Vinhão.
Por estas razones y muchas otras, el Palacio da Brejoeira, Monumento Nacional, es un lugar absolutamente ineludible para descubrir.